La dificultad para conseguir ser admitido/a en una universidade norteamericana de alto nivel aumenta exponencialmente cuanto más alto apuntamos nuestro objetivo. Cada pequeño peldaño de calidad que pretendamos subir en nuestras aspiraciones universitarias va a suponer redoblar la dificultad, el trabajo, la complejidad y el coste del proceso de aplicación. Y es que a medida en que subimos el nivel de las universidades a las que aspiramos, la competencia de estudiantes de todo el planeta se vuelve feroz e implacable.
No debemos olvidar que los estudiantes más brillantes de todo el mundo quieren estudiar en las mejores universidades de USA. Y se preparan durante varios años, de manera incansable y de la mano de los mejores Consultores, para conseguirlo. En casi todos los países “exportadores” de talento, que envían año tras año a sus estudiantes más brillantes a los EE.UU., existen empresas absolutamente especializadas en guiarles y entrenarles para conseguir ese objetivo. Sin esa consultoría integral que cuide absolutamente todos los detalles de las aplicaciones, que le proporcione clases particulares intensivas durante muchos trimestres, y que guíe al alumno en los años previos para que relice a tiempo todas las actividades extraescolares, voluntariados y demás tareas necesarias para estar a la altura de la tremenda competencia con la que se va a encontrar, las probabilidades de admisión son nulas.
¿En qué consiste la labor de esas empresas de consultoría que llevan a sus alumnos hacia la meta de conseguir las mejores admisiones del planeta? Ante todo debemos distinguir entre las típicas agencias de estudios, que abundan en cualquier país, y que simplemente llevan a sus alumnos a universidades de nivel medio y bajo, y las auténticas empresas consultoras universitarias especializadas en Ivy League y demás universidades TOP. Las primeras son simples agencias que se dedican a dar cuatro consejos y a cumplimentar las documentaciones requeridas por las universidades de nivel medio y bajo de USA, que son la mayoría.
La mayoría de familias ignoran que de las 4.300 universidades que existen en EE.UU. más del 97%, o sea más de 4.100, son de nivel medio y bajo. Sí, habéis leído bien, las universidades de nivel medio-alto y alto apenas son un 3% de las existentes, es decir, el TOP 150 de las universidades en USA.
En nuestra empresa consultora, UniversidadesUSA.es, especializada en universidades TOP y Ivy League, clasificamos las 4.300 universidades existentes en USA en 9 categorías muy distintas, de las cuales descartamos directamente las categorías 5, 6, 7, 8 y 9. Y solo las top 150 universidades que realmente merecen el esfuerzo económico y sentimental, las clasificamos en categorías 1, 2, 3 y 4.
A partir de ciertas fechas, en las que ya es demasiado tarde para realizar procesos de aplicación competitivos, solemos recibir muchas solicitudes de familias que se sienten engañadas por las agencias que contrataron varios meses antes. Y es que la mayoría de ellas prometen admisiones top cuando en realidad lo que ofrecen son servicios baratitos y procesos de aplicación simples, que no van a conseguir admisiones más allá universidades de categorías 5 a 9. Es decir, te “permiten” aplicar a Harvard y demás universidades top, pero las aplicaciones que te “ayudan” a preparar NO van a conseguir en absoluto admisiones por encima de las top 300. La razón es muy simple y evidente: El nivel de soporte, horas de dedicación, clases particulares preparatorias, antelación y aprovechamiento de las aplicaciones tempranas, revisión y edición de escritos, elaboración de CV, orientación y edición de las cartas de recomendación, y un larguísimo etc., brillan por su ausencia. Y es lógico que no puedan ofrecer todos esos servicios imprescindibles, puesto que lo que cobran a sus clientes es claramente insuficiente para poder cubrirlos con mínimas garantías de éxito. No nos engañemos, no hay duros a 4 pesetas, y conseguir admisiones en el TOP 100, TOP 50 o TOP 10 de las mejores universidades norteamericanas requiere un proceso muy laborioso y mucha dedicación profesional que no puede ser barata en absoluto.
¿Cuál es el resultado de estos procesos enfocados a universidades de nivel medio y bajo? Pues lógicamente el más que previsible rechazo de las universidades de alto nivel y la inevitable canalización de esos alumnos a universidades de nivel 5 a 9. Es cierto que para muchas familias cuyo nivel económico es muy limitado, estos procesos satisfacen sus expectativas. Y son precisamente estas universidades de bajo nivel las que ofrecen becas deportivas y académicas generosísismas, que van a permitir a esas familias tener a sus hijos estudiando en USA por menos de 20-25.000 eur anuales todo incluído. Pero lo que no está bien es condenar a ese segmento de universidades de bajo nivel a otras familias con posibilidades académicas y económicas superiores, que podrían optar a universidades de categorías 1 a 4 si les hubieran realizado procesos mucho más completos aunque inevitablemente algo más caros. Al fin y al cabo, merece la pena y mucho pagar el doble o el triple por una consultoría que va a conseguir para nuestros hijos admisiones TOP, que van a abrirles un futuro profesional y personal determinante para toda su vida.