Universidades TOP y Ivy League
Las mejores universidades del mundo, concentradas en el top 50 de Estados Unidos (la auténtica élite global, muy por encima de cualquier opción europea salvo Oxbridge), justifican plenamente el elevado coste económico y emocional que supone enviar a tus hij@s allí. No solo ofrecen una educación académica superior, con instalaciones académicas y deportivas de presupuestos infinitos, sino también acceso directo a las mejores oportunidades laborales para recién graduados (con salarios muy, pero que muy superiores a los europeos). Y además ofrecen un networking incomparable: tus hijos convivirán durante años con el talento más brillante del planeta, futuros líderes mundiales que serán sus compañeros, amigos y contactos profesionales de por vida, algo que ninguna universidad pública o privada en Europa puede igualar.
Lamentablemente, poder pertenecer a esa élite del conocimiento y tener a tus pies el camino hacia el éxito profesional y personal no es barato. A pesar de las becas que se puedan conseguir, que siempre serán mucho más escasas para estudiantes internacionales que para los ciudadanos norteamericanos y residentes permanentes, los costes de matrícula mínimos pueden estar por encima de los $30-40,000 anuales. Y a eso hay que sumarle el coste de la habitación, comidas, libros, etc. Por tanto, no debemos creer que nuestro hij@ va a estudiar en una universidad TOP 50 por menos de $50-60,000 anuales incluyendo todo.
Ayudas financieras: Need-blind vs Need-aware
A pesar de que existen unicornios que estudian en Stanford prácticamente gratis (de los que todo el mundo habla, pero muy pocos los conocen personalmente), no es realista pensar que nuestros hijos van a poder estudiar en las mejores universidades del planeta, como estudiantes internacionales, sin que sus familias realicen un esfuerzo económico importante.
Como ya hemos explicado otras veces, en las universidades de alto nivel norteamericanas existen dos tipos de ayudas o becas para estudiantes internacionales: Las becas basadas en méritos académicos (merit scholarships), que se otorgan en la mayoría de casos sin tener que pedirlas, y que se asignan en función de los méritos académicos del alumno y el interés que tenga la universidad en incorporar a ese alumno. Y por otro lado, las ayudas basadas en necesidad financiera (need-based financial aid), que se otorgan previa solicitud y se asignan en función de la necesidad financiera de la familia del alumno.
La cruda realidad es que las becas completas para estudiantes extranjeros son muy escasas, y además se suelen reservar para familias muy humildes, habitualmente del tercer mundo, que tienen un hijo o una hija absolutamente excepcional. Es decir, haberlas haylas, pero las agencias que os digan que ese tipo de unicornios son factibles para vuestros hij@s, no están siendo honestas con vosotros.
Hablando de las ayudas por necesidad financiera, y ante las falsedades que promulgan muchas agencias sin escrúpulos, conviene dejar claro lo siguiente: Las universidades TOP que no tienen en consideración la necesidad económica de los candidatos sino exclusivamente sus méritos académicos para decidir su admisión se denominan need-blind. Ello significa que, si el alumno lo merece académicamente, la universidad lo admitirá y sufragará los costes que la familia no pueda permitirse. Pero ojo, ese criterio lo aplican en su inmensa mayoría exclusivamente para los estudiantes con residencia permanente o nacionalidad de EEUU. Es decir, excepto unas pocas universidades que se pueden contar con los dedos de una mano, el resto de TOP 50 se declaran need-aware y no need-blind cuando evalúan las opciones de ayudas para estudiantes internacionales. O sea, que el hecho de necesitar ayuda financiera va a perjudicar sus probabilidades de ser admitidos, o incluso directamente quedarán descartados para recibir ayuda financiera.
Por supuesto, cualquier solicitud de ayuda financiera deberá ser justificada con todo tipo de documentos oficiales, como por ejemplo declaraciones de renta, patrimonio, etc. de toda la familia. De ese modo serán las universidades que determinarán si existe o no esa necesidad de ayuda y la cuantía de la misma, pero insistimos, perjudicando las probabilidades de admisión de los estudiantes internacionales en la inmensa mayoría de las universidades de alto nivel.
Herencia en vida
Tal y como se ha puesto el panorama laboral de los jóvenes en España, poder pagar a nuestros hijos el camino hacia el éxito y la emancipación holgada a través de las mejores universidades del mundo, ya no es un lujo caprichoso sino una necesidad imperiosa, por poco que podamos. Y es que les va a ser infinitamente más útil en sus vidas volar hacia una excelente universidad en EEUU que heredar, el día de mañana, un apartamentito en la costa.
