Todos los padres y madres temen equivocarse a la hora de elegir la universidad de sus hijos en los Estados Unidos, puesto que supone una decisión trascendental y requiere un esfuerzo económico muy importante. Por ello buscan y rebuscan en los rankings que se publican por doquier las opciones que garanticen el éxito de sus hijos para que puedan verles holdagamente emancipados cuatro años más tarde, una vez estén ya recién graduados. (No dejéis de leer este artículo titulado “Emanciparse en España con 21 años“, en el que podréis ver los sueldos netos aproximados que obtienen los estudiantes recién graduados en USA hoy en día y que los costes son parecidos a los de vivir en Madrid o Barcelona).
Sin embargo, como veremos en este artículo, no es tan fácil saber qué universidades son mejores que otras puesto que los rankings carecen del rigor mínimo necesario para tomar una decisión con fundamento. Veamos por qué son los rankings herramientas tan engañosas:
Rankings poco fiables y engañosos.
Vaya por delante que los rankings internacionales de las mejores universidades son cada uno de su padre y de su madre. Es decir, que cada empresa o entidad que confecciona un ranking lo hace según sus propios criterios, que suelen ser muy poco rigurosos. Además, los rankings deberían tenerse en cuenta también para carreras concretas, ya que una universidad puede ser un referente por ejemplo en ciencias políticas y del montón en ingeniería, o viceversa. Por ello suele ser muy engañoso confiar en los rankings que se publican periódicamente. Las familias interesadas deberían desconfiar de la mayoría de rankings que se publican. Y deberían dejarse aconsejar por verdaderos especialistas, no meros “vendedores” de becas deportivas, que les encarrilarán inevitablemente hacia universidades con rankings del 100 al 500 o aún peores.
Prueba de la escasa credibilidad que merecen la mayoría de rankings es que prácticamente ninguno publica el detalle de sus criterios de valoración, y si lo hicieran quedaría en evidencia su falta de rigor. Así pues existen rankings que, por criterios de diversidad geográfica, intercalan universidades que no lo merecen entre otras top, simplemente para poder poner la banderita del país correspondiente entre las mejores 25 o 50 o 100 de su ranking mundial, y aparentar así mayor diversidad. Eso suele complacer a quienes no quieren o no pueden enviar a sus hijos a los EE.UU. y buscan desesperadamente buenas universidades TOP en su propio país. Pero la realidad, como veremos y razonaremos más adelante, es que la inmensa mayoría de las mejores universidades del planeta están en los EE.UU., le pese a quien le pese y digan lo que digan los rankings internacionales.
Conflicto de intereses y ausencia de rigor.
Además del engañoso criterio de diversidad geográfica, muchas entidades que confeccionan rankings simplemente priorizan en posiciones mejores a las universidades que regularmente ofrecen generosas donaciones a dicha entidad, o que incluso participan como socios de quienes realizan dicho ranking, generando un conflicto de intereses de libro.
También encontramos rankings en los que exclusivamente se valora el prestigio académico de sus profesores (por número de publicaciones, por ejemplo), sin tener en cuenta ninguna otra variable esencial, como la calidad y cantidad de las instalaciones académicas (laboratorios, bibiotecas, talleres, herramientas, maquinaria y robots de última generación), los proyectos de investigación en marcha para los alumnos, los recursos económicos de los que dispone la universidad y cómo los utiliza en favor del alumnado (si tiene la universidad ánimo de lucro o no), cantidad y calidad de las instalaciones deportivas, residenciales, seguridad en el campus, calidad de sus restaurantes, ratio de empleados por alumno, y un larguísimo etc.
Por tanto, resulta más que evidente que no debemos fiarnos de los rankings puesto que el rigor de sus criterios de valoración suele ser inexistente. La consecuencia de este caos en la elaboración de los rankings internacionales hace que encontremos universidades de muchos países entre las mejores 100 del planeta, cuando la realidad es que en esas top 100 la inmensa mayoría deberían pertenecer a los EE.UU. cuyo sistema universitario está a años luz del resto de países. Veremos a continuación por qué.
Así pues, en el top 100 mundial no deberían incluirse por ejemplo universidades de Reino Unido excepto las que podemos contar con los dedos de una mano: Oxford, Cambridge, Imperial College y poco más; tampoco deberían encontrarse en el top 100 universidades del resto de Europa excepto quizá el ETH de Zurich o el Technical University of Munich (para tecnología). En cuanto al continente asiático se refiere, a pesar de que algunas están consiguiendo aumentar espectacularmente su calidad y recursos en los últimos años, hoy por hoy tampoco deberían incluirse en ese top más que las ya famosas Peking University, National University of Singapore o The University of Hong Kong, por ejemplo. En definitiva, el top 100 mundial debería incluir al menos 85 o 90 universidades de los EE.UU., sin ningún tipo de duda, y no deberían haber más de una docena de universidades del resto del mundo. Pero los sesgados rankings suelen incluir otras muchas universidades que verdaderamente no lo merecen no son comparables a las top norteamericanas.
Ranking fiable y riguroso.
Podéis ver a la izquierda la imagen una muestra de ranking fiable del TOP 50 de las mejores universidades de USA para estudiar Ingeniería. Este ranking lo actualizamos anualmente para cada carrera, y forma parte de nuestro know-how y de la gran cantidad de herramientas que ponemos a disposición de nuestros alumnos y sus familias. Por supuesto, lo elaboramos considerando múltiples de criterios de evaluación muy relevantes, como por ejemplo: Prestigio del profesorado, instalaciones académicas (laboratorios, bibliotecas, aulas, etc.), instalaciones deportivas (indoor, outdoor, gimnasios, piscinas, etc.), residenciales (apartamentos, comedores, etc.), otros rankings específicos (según proyectos de investigación, publicaciones…), localización del campus, ratio de empleados por alumno, seguridad y policía interna, calidad del centro médico, calidad de vida universitaria (opciones de ocio, costes, etc.), prestigio de la titulación, tamaño y presupuesto de la universidad, soporte de la universidad a la hora de conseguir el primer trabajo, career fairs, networking e implicación del los Alumni en la ayuda a los recién graduados, staff específico de soporte a los estudiantes internacionales, promedios de otros rankings públicos, etc.
Todas estas top 50 son mejores que cualquier otra opción fuera de USA para estudiar ingeniería, conseguir sueldazos recién graduados y contactos valiosísimos para toda la vida (recordad que debemos valorar múltiples criterios para conseguir un ranking que sea fiable y nos ayude a elegir la mejor universidad para nuestr@s hij@s). No obstante, insistimos de nuevo en que por debajo del TOP 100 las universidades en USA ya no merecen la pena y hay mejores opciones en España, en Europa y en Asia. Sobre esto os recomiendo releer “Becas deportivas: Toda la verdad” y podréis distinguir las universidades que merecen la pena de las que no.
¿Por qué las mejores universidades del mundo están en USA?
Los motivos son múltiples y diversos, pero entre ellos deberíamos destacar que en Estados Unidos los años de universidad se entienden como una experiencia vital y profesional completa y no solo como una época de estudio. Por ello los campus de las universidades TOP 100 en USA (no solo las archiconocidas Ivy League) son como auténticas ciudades en si mismos. A menudo tienen dimensiones equivalentes a varios barrios de Madrid o Barcelona, y con poblaciones de estudiantes de 30.000, 50.000 o 70.000 estudiantes. En esos campus hay de todo dedicado exclusivamente para los alumnos: Hospitales, tiendas de ropa, de informática, de material de estudio, librerías, bares, restaurantes de todo tipo, cines, boleras, instalaciones deportivas de ensueño y descomunales (indoor y outdoor), edificio de policía y coches patrulla específicos de la universidad, clubes gratuitos creados por alumnos para todo tipo de actividades imaginables, fraternidades, orquestas, animador@s y un larguísimo etc.
Otro motivo diferencial por el cual el sistema universitario norteamericano dispone de las mejores universidades del planeta es su modelo de financiación. Las universidades públicas (que sí, las hay y buenísimas en ese top 50) disponen de generosísimos recursos estatales y federales. Pero tanto las públicas como las privadas disponen de muchas y astronómicas donaciones de particulares, ex-alumnos en la mayoría de casos, que han hecho fortuna y quieren devolver parte de su riqueza a su Alma Mater, que les hizo ser quienes son, y donde fueron tan felices en sus años de juventud. En muchos casos esas donaciones recurrentes son tan abundantes que las universidades ya tienen enormes cantidades de dinero en forma de fundaciones o “endowments“, que les permiten disponer de recursos económicos descomunales sin depender apenas de las donaciones futuras, que no obstante les siguen llegando año tras año. En definitiva, los recursos económicos de las universidades top en USA son absolutamente incomparables con los del resto de universidades del planeta. Y por tanto, el buen uso de los mismos, hace que tampoco sea comparable la tremenda calidad de las universidades top de USA con las universidades de otros paises, que en muchos rankings cuelan injustamente entre las top 100 mejores del mundo. Tampoco en la generación de multimillonarios graduados en unas y otras hay punto de comparación.
Atracción del talento mundial.
Hablando del buen uso de esos descomunales recursos, la obsesión de las universidades top 100 en USA es atraer el talento de todo el mundo para que se matricule en su universidad, y así mantenerse o subir incluso dentro de ese top 100 de selectas universidades. Y eso lo consiguen ofreciendo a los estudiantes más brillantes del planeta las mejores instalaciones (académicas y deportivas), el mejor profesorado posible (en algunos casos auténticos premios Nobel), vida universitaria y recursos económicos para emprender cualquier actividad lúdica o de investigación, etc.
Además, las unis top 100 de los EE.UU. son un fuente inagotable de contactos pre-profesionales que garantizarán a nuestros hijos buenos trabajos incluso antes de su graduación. Es habitual entre esas universidades top que se celebren múltiples ferias (career fairs) para entrevistarse con empresas mucho antes de acabar la carrera. A esos eventos, que se realizan en pabellones inmensos de la propia universidad y sin salir del campus, acuden empresas de todo el país para entrevistar a todos los estudiantes que quieran pasarse por su stand en los días que dura el evento. Y por supuesto, estos eventos son temáticos, es decir, que se realizan unos días para empresas que buscan ingenieros, otros días para empresas que buscan biólogos, etc. Si en cambio comparamos las oportunidades profesionales que tienen los alumnos recién graduados en la mejor universidad de España con las de los alumnos que se graduan en el top 100 de USA, veremos que los graduados en EE.UU. se emanciparán holgadamente con tan solo 21 años, y los graduados en España, lamentablemente, ni por asomo.
El resultado de todo ello es que las mejores universidades de los EE.UU. lo son también del mundo porque, además de tener profesores prestigiosísimos, los recursos de esas universidades son abrumadores y se ponen al servicio de los alumnos y sus familias. Y eso, en otros sistemas universitarios como el español o los europeos, es pura ciencia ficción. El problema es que muchos rankings sólo valoran ciertos criterios académicos (publicaciones realizadas por un determinado profesor o cátedra, etc.) y comparan universidades de todo el mundo con universidades norteamericanas del top 100, que son del todo incomparables por todos los motivos y argumentos explicados.
Lo venimos diciendo desde hace años: No os dejéis engañar por rankings malintencionados o con ausencia de rigor. Las universidades top 100 del mundo son en su inmensa mayoría las top 100 de los Estados Unidos, salvo las contadas excepciones que hemos mencionado más arriba. E incluso en esos contadísimos casos, la vida universitaria y las opciones profesionales de nuestros hijos en Harvard, Princeton, Stanford o en la University of Michigan será mejor que la que tendrían en Cambridge o en Peking University.
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Puedes descargarte gratuitamente aquí la Guía para estudiar en Estados Unidos.
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